NUDOS DE ANCLAJE


Llamamos nudos de anclaje a todos aquellos que sirven para fijar una soga sobre un soporte fijo. Son numerosos y de fácil construcción en su mayoría. Además, podemos considerar como nudos de anclaje a todos aquellos que permiten sujetar, levantar o descender objetos como postes, baldes, etc.

1) Vuelta de ballestrinque: Sumamente sencilla y eficaz. Tiene la ventaja de no deshacerse ni aflojarse aunque trabaje uno sólo de los chicotes. Se emplea para afianzar con rapidez la amarra de un bote o canoa a una estaca. Además, es muy útil para unir palos en la construcción de puentes improvisados, pasarelas, escaleras o vientos de un mástil campamentero.

Se comienza dando una vuelta alrededor del objeto adonde se asegura, mordiéndolo por encima y dando una segunda vuelta que de nuevo es mordida al pasar el chicote por debajo.
 


2) Presilla de alondra: Es uno de los nudos más fáciles de realizar en lo que a anclaje se refiere, y quizás el que se efectúa en menos tiempo. Su utilización es generalizada cuando se trata de amarrar canoas o botes a la orilla de ríos o lagunas. También es útil para suspender un objeto delicado por medio de una argolla a la que se aplica el nudo.

 

 

 

 

 

 


 

3) Vuelta de gancho: No podría dársele el nombre de nudo pues es una simple vuelta. Sin embargo, cumple las funciones de aquel. Es de suma importancia, para que no se suelte, que la soga esté permanentemente tensa. Puede ser útil en no pocas ocasiones: cuando, por ejemplo, se trata de izar una carga a cierta altura.

4) Nudo de cabrestante: Se lo llama también de doble llave. Se lo emplea como amarra. Han de formarse dos lazos y se procede luego a pasarlos por el poste o estaca al que se desea amarrar, cuidando mucho de que el cabo libre del segundo lazo pase sobre el primero, antes de apretar el nudo. Requiere una tensión constante para mantenerse apretado.
Puede resultar difícil de desarmar cuando la soga se halla mojada y ha estado muy tensa. Por esa razón esta clase de nudos se efectúan preferentemente sobre sogas de nailon (vientos de carpas). Ello no evita su empleo con sogas comunes.
Un uso que da mucho valor al nudo en sí consiste en unir una serie de palos con una sola cuerda o hilo, formando una barrera o reparo (esterilla).

5) Nudo de palenque: También llamado de "marinero", es una versión algo modificada de la "vuelta de ballestrinque", utilizada por nuestros hombres de campo. Es un nudo muy seguro y, sobre todo, de fácil desate. Por ello está especialmente indicado para tareas de corta duración. Se hace con el cabresto, maneador o, en este caso, con la soga, para atar a un animal al palenque. Con sólo tirar de la extremidad del maneador o cabresto, la "rosa" se desata. Presenta la ventaja de ser corredizo, ya que al tirar de la soga se desliza por ella hasta quedar completamente apretado sobre el poste o la estaca. A falta de templadores en una carpa, puede usarse este nudo con gran resultado para sujetar los vientos a las estacas.
Otra utilidad que no es de desdeñar: cuando nos encontramos en campo abierto, persiguiendo la presa a caballo, este nudo puede sernos indispensable. A falta de poste o rama donde dejar atado al caballo, una simple paja o matorral puede servir de soporte para el nudo de palenque.

6) Cuando se trata de suspender una soga por su mitad con el fin de construir una escalerita, o simplemente poder ayudarse con la soga para subir una pendiente fuerte, podrá recurrirse a tres tipos de nudos de anclaje, que en realidad son derivados de la "presilla de alondra".

a) Doble presilla: Es necesario pasar todo el lazo por el doble ojal. Este nudo tiene la ventaja de armarse al pie de un árbol -por ejemplo- después de pasar el lazo encima de una rama; al tirar de la doble cuerda, el nudo se cierra sobre la rama, ya que es corredizo.
 
 
 
 
 
b) Cabeza de calandria: A la "presilla de alondra" se le agrega un nudo común hecho sobre las dos sogas.
c) Presilla de galera: Consiste en un lazo replegado sobre sí mismo alrededor de un soporte fijo, y trabado por medio de otra cuerda o una pequeña estaca.
 

 

7) Nudo de arrastre: Puede ocurrir que necesitemos trasladar o arrastrar un objeto de un lugar a otro. En tal caso, es conveniente utiilizar el nudo de arrastre especialmente diseñado para ello. Su sencillez impide que se cierre sobre sí mismo. Es importante que la vuelta sobre el objeto a arrastrar esté del lado hacia el cual tira.

 

 

 

8) Nudo corredizo: Existen varios tipos de nudos corredizos. Se hace un nudo simple y se pasa la punta por enmedio del nudo para hacer una gaza corrediza. Este nudo puede ser útil en la elaboración de gazas corredizas.

9) Nudo "pata de ganso": Es conveniente conocerlo, ya que sirve para fijar el extremo de una soga sobre otra. Es eficaz cuando la tracción ejercida es paralela al sostén.

Se cierra solo y no resbala, aún en el caso de que el sostén sea liso. Se hace con dos nudos muertos, volviendo sobre los pasos del lado en que se efectúa la tracción, y luego dos o tres nudos de media llave en el lado contrario. Ha de tenerse bien en cuenta el siguiente detalle: la soga debe girar siempre en el mismo sentido alrededor del sostén. Para un amarre que aguante bastante tiempo, deberá terminarse el nudo fijando con tela adhesiva el cabo libre sobre el sostén. A menos que se aprieten demasiado las medias llaves, el nudo se deshace con facilidad a pesar de la humedad. Cuando se trate de fijar un extremo de cuerda sobre otra, será indispensable que la que hace las veces de soporte sea de sección superior a la otra.


 

10) Nudo de ancla: tambien recibe el nombre de "arganeo". Es capaz de aguantar sacudidas repetidas sin inconvenientes. Es, por ejemplo, el indicado para fijar un calabrote a un ancla, una amarra a una anilla.

En los campamentos es útil su empleo cuando debemos atar los vientos de la carpa a las clavijas, o construir un reparo de lona para el fogón.

 

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